martes, 1 de noviembre de 2011

Soledad

Me di cuenta que no estaba sola, que en realidad nunca he estado sola. Nos olvidamos de la soledad cuando aprendemos a estar solos. El estar solos y vivir la soledad de manera positiva nos brinda la oportunidad de conocernos, amarnos y estar mejor preparados para afrontar todo aquello que está por llegar. Quien nunca ha estado solo de verdad, pierde esa oportunidad de adentrarse en lo más profundo de uno mismo. Hay gente que no sabe estar sola porque le aterra la soledad. La sociedad tiende a pensar que estar solo es una desgracia. La sociedad una vez más, se equivoca. Evidentemente no deseamos estar solos, pero siempre hay un momento en nuestras vidas en el que no nos sentimos apoyados y todo nos va mal. Es en ese momento cuando nuestro YO, el YO que llevamos dentro, nos salva de nuestras penas. Pero para poder sentir ese YO, debemos trabajarlo.

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